Las residencias geriátricas son una opción para que las personas mayores reciban cuidados, eliminando los problemas que pudieran existir debido a que ellos se sientan solos o sean una carga para sus hijos.
Para internar a un anciano en una residencia geriátrica lo óptimo es obtener el consentimiento de éste, ya que al llevarlo a la fuerza o con alguna mentira es probable que desarrolle algún tipo de depresión que los lleve hasta la muerte en caso extremo, o intenten escapar del lugar u ocasione problemas con los demás habitantes del lugar.
El convivir con personas de su misma edad ayuda al anciano para que no se sienta solo; recibir atención de calidad por personal capacitado es uno de los argumentos idóneos para que el adulto mayor se decida a ingresar a un lugar de éstos.
Conocer el sitio es indispensable para el adulto mayor, le otorgará confianza al ver que vivirá en una “casa” segura donde recibirá todos los cuidados convenientes.
Cualquier persona que desee ingresar a un familiar a una residencia geriátrica debe tomar en cuenta varios aspectos; primero, que la persona autorice que desea ingresar al lugar y verificar detalles como el menú, que es necesario que se adecue a los diversos gustos o necesidades médicas del paciente, por ejemplo si es diabético, vegetariano o lleva una dieta especial.
Es importante saber el tipo de servicios médicos que prestan a los adultos mayores, preguntar si se tiene el personal capacitado en caso de existir una emergencia en el estado de salud de algún anciano, así como saber, en caso de que el adulto mayor ya no coordinará su movimiento corporal, prestarle atención extra y reciba ayuda al momento de ingerir sus alimentos y en el aseo personal. Además el ofrecer actividades que sirvan para la distracción
-Sin duda la exigencia más importante es que la residencia geriátrica tenga un respaldo de experiencia que avale la calidad del servicio que presta.
Las instituciones como la residencia geriátrica exigen un examen médico general para checar el estado de salud de los futuros adultos mayores a ingresar, además de una pequeña entrevista.
En cualquier lugar se les deben permitir a los adultos mayores las visitas por parte de sus familiares, así como la autorización para poder salir con ellos para dar un paseo.
Que el adulto mayor y la familia estén de acuerdo en que es el lugar ideal debe ser una decisión en conjunto y que dé paz a todos.
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