¿Se pueden mantener los vínculos con el hogar una vez se está en la residencia geriátrica?
La residencia geriátrica es el nuevo hogar de nuestros adultos mayores .Por esta razón, cuando tenemos un familiar ingresado, debemos poner una atención especial en comprobar que su dormitorio no solo cubre sus necesidades, sino que también ofrece la estabilidad emocional de un entorno funcional y cuidado estéticamente. Esta belleza exterior del espacio también influye en el estado de ánimo interno.
Nuestro familiar necesita un espacio de almacenaje para guardar la ropa, libros, recuerdos y objetos personales que quiera tener en la habitación.
Los objetos personales que se encuentran en casa con los que la persona mayor se siente muy identificada, son muy importantes, están llenos de recuerdos y son parte de su propia vida. Es por eso que las residencias geriátricas como Casa Israel ofrece a los residentes la oportunidad para que puedan personalizar su habitación, su espacio. Con la personalización del espacio, la persona mayor preserva su identidad y mantiene alguno de los recuerdos que constituyen un vínculo con su pasado y con el futuro de su familia.
La residencia geriátrica es el nuevo hogar de nuestros adultos mayores .Por esta razón, cuando tenemos un familiar ingresado, debemos poner una atención especial en comprobar que su dormitorio no solo cubre sus necesidades, sino que también ofrece la estabilidad emocional de un entorno funcional y cuidado estéticamente.
Es recomendable que la habitación tenga una buena fuente de luz natural. La luz solar produce un efecto de bienestar en el estado de ánimo. Una habitación con luz natural transmite alegría. Y además, también aumenta la sensación visual de amplitud en el dormitorio. Ingredientes que mejoran la calidad de vida del mayor.
Nuestro familiar necesita un espacio de almacenaje para guardar la ropa, libros, recuerdos y objetos personales que quiera tener en la habitación. Por esta razón, el armario, la mesilla y los cajones son esenciales para ofrecer este servicio. De este modo, la persona puede disfrutar de su habitación como un lugar en el que gozar de actividades propias como, por ejemplo, leer una novela o una revista.
Los colores de un entorno producen un efecto anímico a partir de la colorterapia. Por esta razón, también podemos añadir pequeñas notas de color a través de detalles sencillos, por ejemplo, algún cojín.
Para que el familiar también sienta que la habitación es un espacio acogedor, también es recomendable que cuando acudamos a visitarle, haya momentos en los que estemos allí con él. De este modo, la propia habitación se impregna de recuerdos a través de los momentos compartidos en común en esta nueva etapa.
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