Los cambios en esta etapa de la vida son muy difíciles de sobrellevar, por eso es clave el apoyo familiar ante la decisión de que el adulto mayor viva en una residencia geriátrica.

Cuando un adulto mayor ingresa a una residencia geriátrica, su red social, es decir su familia y sus amigos sufren una transformación.

Es esperado que, cuando la persona mayor ingresa a la residencia geriátrica, sus familiares suelan presentar sentimientos ambivalentes. No hay nada extraño en esto. En ellos se mezclan la culpa, la tristeza, la rabia, incluso en ocasiones la soledad, así como una marcada inseguridad sobre la decisión tomada y sobre cómo su familiar va a ser atendido.

A esta primera fase del proceso de adaptación, puede sucederle una fase de dedicación extrema por parte del familiar ,como estrategia de compensación dirigida a reducir estos sentimientos negativos. A consecuencia de ello, pueden producirse conflictos y malentendidos con los equipos de atención directa que deben ser detectados, clarificados y solucionados. Por ello debe existir una buena comunicación entre la familia y la residencia geriátrica.

Proceso de Adaptación

Este momento se caracteriza por un proceso progresivo de ajuste familia-institución. Posteriormente la familia, si encuentra facilidades para ello, va participando cada vez más en el centro, estabilizándose y regularizándose su colaboración. De aquí en adelante se puede decir que la familia llega a una fase de integración, donde ésta rehace su vida social sin descuidar a su familiar.

Conocer este proceso, identificar en cada momento las necesidades de cada familia, apoyar la adaptación y favorecer la integración de las familias en el centro, es una labor importantísima que hay que reconocer y abordar desde un enfoque interdisciplinar y que implica al conjunto de los profesionales de la residencia geriátrica. De ahí la importancia de encontrar un lugar que cuente con los profesionales necesarios para atender esta población.

Esta labor de apoyo a las familias, necesaria para afianzar el apoyo al residente y su colaboración, se debe realizar desde la clave de eliminar la culpa , incidiendo en la importancia de su apoyo emocional a la persona mayor, apoyando la formación y la capacitación de éstas y buscando siempre la motivación a la participación en el centro.

Lo que puede hacer la familia

La familia que va a ingresar por primeva vez a su familiar adulto mayor debe informarse de previo sobre la naturaleza real de la residencia geriátrica, de sus servicios y de su funcionamiento; se trata de esta forma, de hacer menos traumático el tránsito de la casa de tantos años a la residencia geriátrica.

Deben conformar grupos familiares para hacer visitas permanentes de tal manera que la persona que ingresa adulta mayor, no sienta miedo, soledad o abandono. Cada uno debe definir el rol que le corresponde libre de problemas y pleitos entro familiares.

La familia debe tener una comunicación sana, buena, permanente y fluida con la institución para la atención diaria y eventuales emergencias.

A nivel emocional es bueno que las familias tomen en cuenta lo siguiente:

  • Creer que el cambio para el adulto mayor es posible, que es bueno para esa persona, debido a los servicios especializados que a veces ya no se pueden dar en el hogar.
  • Creer que el adulto mayor se puede acoplar y adaptar.
  • Dejar de lado los sentimientos de impotencia asumiendo compromisos de la institución según le vayan planteando las necesidades del adulto mayor.
  • Que la institución le ayuda a los familiares a tomar decisiones, informando sobre problemas en los problemas y necesidades del adulto mayor.
  • Dar información clara realista y sencilla a la familia sobre el adulto mayor y de cómo pueden ayudar.
  • Enseñando un modelo de toma de decisiones, el hecho de que la familia en esta etapa de la vida tenga que trabajar en pequeños grupos para tomar decisiones con respecto a algún problema relacionado con el adulto mayor, impone la necesidad de un buen modelo o forma de tomar decisiones, que sean realistas, democráticas y solidarias por el bien del adulto mayor.
  • Por eso hay que revisar el sistema de reglas familiares que determina tanto el proceso de toma de decisiones como lo que se considera “resultados aceptables”.

Fuente:
Para Casa Israel Residencia Geriátrica Teléfono: 2537 1505
PhD. María Ester Flores Sandoval
Psicóloga
Máster en Terapia Familiar y Pareja.
Doctora en Educación