Cuando llegan los años dorados no debemos temer a los cambios inevitables que sufre el cuerpo. La piel como otros órganos sufre de muchos cambios, en la adultez y vejez la renovación empieza a hacerse, inevitablemente, más lenta.

La piel del anciano ha sido  sometida  a  múltiples  factores  nocivos especialmente ambientales, además de  su proceso propio de  envejecimiento. La pérdida de humedad, la menor producción de colágeno entre otros componente vitales para la piel son algunos problemas.

Algunas de las enfermedades en la piel frecuente en ancianos son:

  • Esteatosis: Es una afección que tiene como síntomas a una piel seca, áspera y escamosa
  • Escaras: Son lesiones que sufren personas que están postradas o sufren largas internaciones
  • Foto envejecimiento de la piel: La exposición al sol durante la vida de la persona produce manchas, arrugas y piel muy seca como los principales síntomas del foto envejecimiento
  • Dermatitis y úlceras hipostáticas: Se produce alteraciones en la piel debido a la acumulación de sangre en las venas. Se engrosa la piel y se oscuro el color de la dermis en las piernas.
  • Micosis cutáneas: Debido a que el sistema inmunológico de los ancianos es más débil son más propensos a sufrir de hongos en la piel.
  • Púrpura senil: Es una patología cutánea común en los adultos mayores que se produce por un adelgazamiento de la piel y produce manchas rojas o violáceas. Se generan por pequeños traumatismos cutáneos.
  • Queratosis o verruga seborreica: Son protuberancias que pueden aparecer en la cara, espalda o pecho son similares a las verrugas. La mayoría son tumores benignos que no requieren de tratamiento. Pero el médico debe revisarlos.

El prurito se caracteriza por un deseo incontrolable de rascarse pues la piel se irrita por diversas circunstancias. Aunque es el principal síntoma de la insuficiencia renal. Esto quiere decir que, a raíz del mal funcionamiento de los riñones, el ácido úrico no puede eliminarse naturalmente.

Por ello, este ácido suele acumularse en la piel a través de “cristales” diminutos que causan irritación extrema, sobre todo en la cara, espalda y extremidades. Para evitar esta enfermedad, si sufres de insuficiencia renal, evita los alimentos que aumentan el nivel de ácido úrico.

Para aliviar la picazón, los pacientes deben evitar el uso de cremas, jabones, champús y detergentes fuertes. Además deben alejarse de objetos que, probablemente, generen más irritación como la ropa hecha de lana. Para tratarla, recomendamos el uso de cremas que hidratan y desinflaman la piel.

La psoriasis puede manifestarse desde el comienzo o cuando ya está en una etapa avanzada. Sus síntomas, incluso, pueden aparecer y desaparecer constantemente. Las manifestaciones más conocidas son las lesiones en forma de placas rojizas que se cubren por unas “escamas” un poco blanquecinas.

Es un mal que nace en el sistema inmunológico, pues las células conocidas como linfocitos T se activan de tal manera que terminan originando que el proceso de recambio celular de la epidermis pase de durar 30 días a tan solo cuatro. Lo que provoca picazón y dolor.

El virus herpes zoster, el mismo que causa la varicela, puede alojarse en el cuerpo durante varias décadas y aprovechar cualquier condición de debilitamiento de la salud para atacar nuevamente.

En este caso, infectan la piel causando la aparición de pequeñas ampollas y erupciones, con líquido. Hace daño, generalmente en las zonas del pecho y la espalda, sobre las que crecen unas vesículas celulares que, poco a poco, se van transformando hasta terminar siendo una costra sensible y dolorosa, incluso con el contacto con la ropa.