Los ancianos son propensos a sufrir caídas en mayor medida dentro de su casa más que en el exterior.

Esto, muchas veces se debe a diferentes tipos de alteraciones del organismo como ser trastornos en el equilibrio, hipotensión arterial cuando se producen cambios bruscos de postura y trastornos visuales entre otros.

Asimismo una caída puede generarse por diversas alteraciones en la ubicación de los muebles, por la falta de iluminación o simplemente por algún desnivel en el suelo. Por ello es conveniente acondicionar el lugar donde viven los ancianos, poniendo rampas, iluminación y barandales.

Evitar las caídas

Es importante prestar atención al lugar donde habita el anciano ya que es preferible evitar los pisos encerados o muy resbalosos y las alfombras ya que un repliegue en un mal lugar puede predisponer al anciano a accidentarse en cualquier momento. En cuanto a los pasillos y lugares de paso constante, estos tienen que tener la suficiente iluminación para permitir ver en todo lugar y no dejar espacios a oscuras. Un lugar donde son frecuentes las caídas de las personas de la tercera edad es el baño, allí, en lo posible se deberá colocar un pasamanos tanto dentro de la ducha como así también cerca del inodoro, para facilitar la movilidad de la persona mayor.

Según los datos de un artículo publicado en la revista MEDICINA CLÍNICA en España, de los casi 40.000 ancianos que sufren anualmente una fractura de cadera fallecen unos 10.000 durante los 12 meses posteriores a esta.

La fractura de cadera es un factor de riesgo que se asocia con el índice de mortalidad en los pacientes mayores de 65 años de edad.
Los ancianos son propensos a sufrir caídas en mayor medida dentro de su casa más que en el exterior. Esto, muchas veces se debe a diferentes tipos de alteraciones del organismo como ser trastornos en el equilibrio, hipotensión arterial cuando se producen cambios bruscos de postura y trastornos visuales entre otros. Asimismo una caída puede generarse por diversas alteraciones en la ubicación de los muebles, por la falta de iluminación o simplemente por algún desnivel en el suelo. Por ello es conveniente acondicionar el lugar donde viven los ancianos, poniendo rampas, iluminación y barandales.

La fractura de cadera es un factor de riesgo que se asocia con el índice de mortalidad en los pacientes mayores de 65 años de edad.
Estadísticamente un 30% de los ancianos sufren algún tipo de fractura, en impulsora geriátrica tenemos personal que vigila su marcha y contamos con barandales y andaderas para prevenir estos accidentes.