Cuando el olvido se convierte en más que un simple problema sino en un peligro para el adulto mayor, debemos poner atención y tomar medidas inmediatas.

En una sociedad tan ajetreada donde el tiempo no nos alcanza, el olvido se hace presente en personas de todas las edades, pero en las personas de la tercera edad es un signo de alerta. La mala memoria puede ser una parte normal del envejecimiento. Algunos problemas de la memoria están relacionados con asuntos de salud que posiblemente pueden ser tratados. Problemas emocionales tales como estrés, ansiedad o depresión, pueden hacer a una persona más olvidadiza y pueden ser confundidos con demencia.

En los adultos mayores, los problemas de memoria son preocupantes cuando afectan la información que es particularmente importante o conocida, cuando las lagunas mentales se vuelven frecuentes o cuando los olvidos interfieren en las actividades diarias.

Señales…

En algunas personas mayores, los problemas de la memoria son una señal de deterioro cognitivo leve, enfermedad de Alzheimer o demencia relacionada. Las personas que están preocupadas por los problemas de la memoria deben consultar con un médico.
Algunas personas afectadas con problemas de la memoria tienen un trastorno llamado deterioro cognitivo leve de tipo amnésico. Las señales de deterioro cognitivo leve incluyen perder cosas frecuentemente, olvidarse de asistir a eventos importantes o a citas y tener más problemas que otras personas de la misma edad al tratar de encontrar las palabras deseadas.

Demencia es la pérdida de la capacidad de pensar, recordar y razonar y de las habilidades de comportamiento hasta tal punto que interfiere con la vida y las actividades diarias de una persona. La demencia no es una enfermedad en sí, sino un grupo de síntomas causados por enfermedades tales como la enfermedad de Alzheimer y la demencia vascular.

Algunos síntomas son: no poder recordar cosas, hacer la misma pregunta o repetir la misma historia una y otra vez, perderse en lugares conocidos, dificultad al tratar de seguir instrucciones, desorientarse en cuanto al tiempo, personas y lugares, dificultad en manejar el dinero y pagar las cuentas , aumento de ansiedad o agresión.

En ambos casos, el paciente requiere supervisión continua y ayuda para llevar a cabo su rutina diaria. Cuando esto sucede es importante acudir a un profesional y debemos considerar todas las posibilidades para velar por el cuidado de nuestro ser amado adulto mayor. Cuando las opciones de cuidarlo en casa no existen es importante pensar en trasladarlo a una residencia geriátrica como Casa Israel que se especializa en el cuidado del adulto mayor con este tipo de situaciones de salud.