Aunque está claro que no hay nada como el amor y el cariño de un ser querido, la falta de tiempo o de recursos de los familiares para atender las necesidades de las personas mayores o la carencia de parientes cercanos que puedan hacerse cargo de los problemas de dependencia de los ancianos puede llevar a la necesidad de buscar atención más allá del núcleo familiar o de la red de amistades. Una buena opción es una residencia geriátrica .
Libertad de movimiento: La mayoría de las residencias geriátricas, como Casa Israel, se encuentran hoy adaptadas a personas con diferentes tipos de dependencias o patologías e incluso con dificultades de movimiento, gracias a rampas, por ejemplo. De esta forma, los residentes no tienen que limitarse a la hora de desplazarse, pudiendo salir a tomar el aire a los jardines o moverse con normalidad por las instalaciones y atravesar las puertas con sus sillas de ruedas si fuese necesario.
Menús Personalizados: La comida es otra de las cosas a tener en cuenta, en las residencias geriátricas encontrarán menús elaborados diariamente y adaptados a sus necesidades alimenticias. En Casa Israel un profesional en nutrición se especializa en crear un menú que se adapte a las necesidades de cada residente.
Cuidado médico: Para una persona sola o simplemente una familia sería casi impensable poder permitirse un cuidado médico las 24 horas del día y todos los días de la semana. Sin embargo, en este tipo de residencias geriátricas, se cuenta con personal especializado para ofrecer este servicio de día y de noche.
Acompañamiento: La compañía es también algo que agradecen, y mucho, nuestros mayores. Las conexiones sociales son vitales para el bienestar personal, en estos centros se encuentran con gente de su edad, con la que pueden compartir aficiones y conversación. Esta es otra importante ventaja de vivir en una residencia frente a vivir solos en sus casas. Al igual que si los dejásemos sin compañía en nuestra vivienda mientras nos vamos a trabajar.
Mayor actividad: Debemos tener en cuenta que los ancianos estarán más activos en estos lugares que en sus viviendas o en las nuestras propias. En las residencias geriátricas tienen actividades recreativas como sucede en Casa Israel. La estimulación mental es imprescindible. Algunos programas incluyen ejercicios, y reuniones sociales.
Cuidado y atención interdisciplinar: Una ventaja más para los cuidadores dentro de la familia que para los ancianos tiene que ver con las destrezas y habilidades que nosotros, como no profesionales, desconocemos. Muchas veces necesitamos mover a los ancianos y cargamos mal el peso y acabamos con lesiones complicadas que nos hipotecan la vida. En las residencias geriátricas, los trabajadores conocen perfectamente las pautas para realizar estos movimientos y no sufre tanto su cuerpo.
Espacios para Visitas: Estar en un centro no quiere decir que nos deshagamos de esa persona mayor. Todos estos lugares permiten las visitas de los familiares e incluso tienen sus propias salas para ello, cuando no cuentan con su propia habitación individual nuestros mayores. En Casa Israel se cuenta con una cafetería y espacios para reuniones familiares.
Integración social: en muchos centros cuentan con programas para la integración del individuo en el grupo, promoviendo su relación con el resto de los residentes, para un crecimiento en el desarrollo personal, su bienestar sicológico y emocional.
Estimulación cognitiva: En la mayoría de los centros geriátricos se llevan a cabo actividades de estimulación mental, lo que supone una forma de prevención y/o control de estados demenciales.
Control de la Medicación: en estas edades se suele hacer un gran uso de la farmacología. En los centros geriátricos esta queda pautada y controlada por los profesionales del centro, bajo la supervisión y control del médico.